Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista Alberdi.
Alberdi y Sarmiento.
¿Valdrá la pena releer el intercambio que han tenido estos dos colosos de la patria en la obra "Las ciento y una cartas quillotanas?
Un Sarmiento autodidacta por momentos hasta con un perfil resentido y envidioso de la formación de Alberdi. Y un Alberdi, mente preclara, que nada lo distraía de su objetivo. Sin embargo, lo que señalo sobre Sarmiento lejos de conspirar contra sus aseveraciones, lo hacían más agudo y admirado sin importar su motivación o recelo contra Alberdi.
Alberdi le reconoce a Alberdi algunas de sus obras, en particular el "Facundo", no obstante su crítica es implacable. Alberdi el desconoce el mote de Estadista a Sarmiento y, por momentos, lo reduce a un publicista egocéntrico.
Alberdi intenta en pasajes, que Sarmiento comprenda que la "barbarie" que describe en el Facundo es muy cierta en cuanto que existían dos civilizaciones intempestivas en el territorio, lo corrije en la localización tanto de la civilización como de la barbarie.
Sarmiento, enfurecido con el caudillaje cincurnscribe a la barbarie en el campo que atrasa; mientras que Alberdi rescata al caudillo, al gaucho y al labriego como sujetos pertenecientes a nuestra cultura que pusieron su cuerpo para liberarnos del colonialismo y sobre ello y con ellos integrados, ha de trabajarse.
Rescatemos algunas sentencias de ambos, en el decurso de la lectura de la obra citada y reflexionemos sobre ello.
Sarmiento:
"... así comprendo la democracia: ilustrar la opinión y no dejarla extraviarse por ignorar la verdad y no saber medir las consecuencias de sus desaciertos..."
"... háblole de prensa y de guerra, porque las palabras que se lanzan en la primera, se hacen redondas al cruzar la atomósfera y las reciben en los campos de batalla otros que los que la dirigieron..."
Alberdi:
"...La prensa de combate y el silencio de guerra, son armas que el partido liberal argentino usó en 1827; y su resultado fue la elevación de Rosas y su despotismo de veinte años..."
"... la guerra militar y de exterminio contra el modo de ser de nuestras poblaciones pastoras y sus representantes naturales, tuvo su fórmula y su código en el Pampero y el Granizo imitaciones periodísticas de la prensa francesa del tiempo de Marat y Dantón, inspiradas por un ardor patriótico, sincero, si se quiere, pero inexperto, ciego, pueril, impaciente, de los que pensaban que un par de escuadrones de lanceros de Lavalle bastarían para traer en las puntas de sus lanzas el desierto y el caudillaje, que es su resultado, en la desierta República Argentina..."
💬 (Aquí se nota el desprecio de Alberdi al enfrentamiento armado y a la actuación por fuera de las instituciones, reafirmado ello en su libro "El Crimen de la Guerra". De cualquier modo al versado lector le será familiar que es innegable que le ha sido útil a la República un Urquiza que derrotara al caudillo Rosas en tiempos en que había colmado su tarea, apreciando a su vez algunos actos de este último que el mismo Alberdi no habría sabido cómo resolverlos).
"...Ud posee un crédito legítimo, que debe a sus nobles esfuerzos de diez años contra la tiranía derrocada por el general Urquiza. Ese crédito le ha dado imitadores y sectarios antes de ahora; y tanto como era provechosa su iniciativa cuando Ud. combatía lo que destestaba de corazón toda la República, sería peligroso que Ud. atrajese a la juventud, que conoce sus antiguos servicios, en el sentido turbulento y cintunamente agitador de sus publicaciones posteriores a la caída de Rosas. Con esta mira de orden y pacificación, voy a estudiarlo como escritor..."
💬 (Surge implícito de este párrafo, una descripción del carácter enérgico y apasionado de Sarmiento, según Alberdi. La expresión "agitador de sus publicaciones" no es censurada por el contrario es bienvenida por J.Bautista).
"...Hablar de la prensa es hablar de la política, del gobierno, de la vida misma de la República Argentina, pues la prensa es su expresión, su agente, su órgano. Si la prensa es un poder público, la causa de la libertad se interesa en que ese poder sea contrapesado por sí mismo. Toda dictadura, todo despotismo aunque sea el de la prensa, son aciagos a la prosperidad de la República..."
"...Importa saber qué pedía antes la política a la prensa, y qué le pide hoy desde la caída de Rosas..."
"...Sin dictadura omnimoda, sin mazorca; representado el país por un congreso que se ocupa de dar una constitución a la República; cambiados casi todos los gobiernos locales en un sentido ventajoso para su libertad; abiertos los ríos interiores al libre tráfico de la Europa, que Rosas destestó; abolidos los lemas de muerte; devueltos los bienes secuestrados por motivos políticos; en Paz la República con todo el mundo, ¿se ocuparía hoy la prensa de lo mismo que se ocupó durante los últimos quince años? No ciertamente; eso sería ir contra el país, y contra el interés nuevo y actual del país. El escritor liberal que repitiese hoy el tono, los medios, los tópicos que empleaba en tiempo de Rosas, se llevaría chasco, quedaría aislado y sólo escribiría para no ser leído..." "... Por más de diez años la política argentina ha pedido a la prensa una sola cosa: - guerra al tirano Rosas..."
"... Por diez años Ud ha sido el soldado de la prensa; un escritor de guerra, de combate. En sus manos la pluma fue una espada, no una antorcha. La luz de su pluma era la luz del acero que brilla desnudo en la batalla..."
"...Desgraciadamente la tiranía que hizo necesaria una prensa de guerra ha durado tanto que ha tenido tiempo de formar una educación entera en sus sostenedores y en sus enemigos, Los que han peleado por diez y quince años han acabado por no saber hacer otra cosa que pelear..."
"...Por fin ha concluido la guerra por la caída del tirano Rosas, y la política ha dejado de pedir a la prensa una polémica que yua no tiene objeto. Hoy le pide la paz, la Constitución, la verdad práctica de lo que antes era una esperanza. Eso pide al publicista, al ciudadano, al escritor..."
"...Destruir es fácil, no requiere estudio; todo el mundo sabe destruir en política como en arquitectura. Edificar es obra de arte que requiere aprendizaje. En política, en legislación, en administración no se puede edificar sin poseer estas ciencias - porque estas cosas son ciencias-, y estas ciencias no se aprenden escribiendo periódicos, ni son infusas..."
En la paz, en la era de organización en que entra el país, se trata ya no de personas sino de instituciones; se trata de Constitución, de leyes orgánicas, de reglamentos de administración política y económica; de código civil, de código de comercio, de código penal, de derecho marítimo, de derecho administrativo. La prensa de combate, que no ha estudiado ni necesitado estudiar estas cosas en tiempos de tiranía, se presenta enana delante de estos deberes..."
💬 (En estos pasajes Alberdi se ocupa de resaltar las virtudes de la educación de excelencia para una República. Señala que "El periodista de guerra que no se formó para la paz fracasará en esa nueva etapa" y entiendo que alude a Sarmiento para que salga de ese entorno y se convierta en un escritor republicano de la paz. A mi entender aparece hasta como una exhortación hacia el sanjuanino).
"...Toda postergación de la Constitución es un crimen de lesa patria; una traición a la República...Toda exclusión es división y anarquía..."
"...Pues sabed que no hay otro remedio que tenerla imperfecta y en la medida que es posible al país tal cual es y no tal cual no es..."
"...pero si queréis constituir vuestra excolonia hispano-argentina, es decir, esa patria que tenéis y no otra, tenéis que dar principio por la libertad imperfecta, como el hombre, como el pueblo que deben ejercerla, y no aspirar a la libertad que tiene los republicanos de Norte América, sino cuando nuestros pueblos valgan en riqueza, en cultura, en progreso, lo que valen los pueblos y los hombres de New York, de Boston, de Filadelfia, etc. ..."
💬(En estos últimos párrafos Alberdi se encarga de deshacer los mitos que se le impusieron en cuanto a su hispanofobia, -que de hecho la tuvo-, o el desprecio hacia la cultura nativa. Alberdi afirma que nuestra libertad imperfecta no es despreciable y debemos mejorarla para alcanzar el desarrollo de los grandes pueblos de Norteamérica, pero con nuestra riqueza, cultura y propio progreso. Es cierto que fomentaba preferentemente, la inmigración anglosajona, pero entiendo que aspiraba a que nuestro extensísimo territorio acogiera hombres provenientes preferentemente de culturas desarrollados sin ocultar, en muchos casos, sus preferencias. Pero volviendo a lo primero, veamos la siguiente sentencia:)
"...El día que creáis lícito destruir, suprimir al gaucho porque no piensa como vos, escribís vuestra propia sentencia de exterminio y renováis el sistema de Rosas. La igualdad en nosostros es más antigua que el 25 de Mayo. Si tenemos derecho para suprimir al caudillo y sus secuaces porque no piensan como nosotros, ellos le invocarán mañana para suprimirnos a nosotros porque no pensamos como ellos. Writh decía, que en el uso de los medios violentos los federales de Rosas no habían sido sino la exageración de los unitarios de Lavalle. El día que este general fusiló a Dorrego por su orden, quedó instalada la política que por veinte años ha fusilado discrecionalmente... Dad garantías al caudillo, respetad el gaucho, si queréis garantías para todos..."
"...Es la mala prensa, la venenosa prensa de guerra civil, que tiene la pretensión necia de ser la prensa grande y gloriosa, que en otro tiempo luchaba contra el tirano, objeto de escándalo de un siglo y de dos mundos..."
💬 (Mientras leo este último párrafo de Alberdi, el cual, decididamente procura enseñar a Sarmiento cómo debía encarar la prensa luego de Rosas, me pregundo si aquel hubiera tenido la misma opinión pacífica ya no en tiempos de guerra civil o conmoción interior sino ante el gobernante corrupto, mafioso y ruin. ¿Habría sido tan contemplativo como lo fue con el gaucho? No lo sé. De cualquier manera sí sabemos que Alberdi no era hombre de "guerra" ni de "armas tomar" como lo fue por ejemplo, Manuel Belgrano, que, si bien fue más intelectual que militar, llegado el momento no trepidó en cargarse un ejército para enfrentar la invasión realista. Ya sé, uds dirán pero lo de Belgrano fue en contra de la España colonizadora, mientras que aquí hablamos de connacionales. De acuerdo, lo tomo, pero tampoco se me representa con ello el pensamiento que hubiera tenido Alberdi en un caso como el que atraviesa en la actualidad la República Argentina, año 2020).
"...La vida de paz pide una prensa de paz, y la prensa de paz pide escritores nuevos, inteligentes en los intereses de la paz, acostumbrado al tono de la paz, dotados de la vocación de sus conveniencias, enteramente opuestas a las de la guerra..."
"... y todo por excusar su pereza, su falta de estudio, de educación y de inteligencia práctica en las leyes caballerescas de los debates de libertad..."
"...Qué piensa hacer la vieja prensa en ese tiempo? ¿Piensa emplear las mismas armas que cruzaba en otra época con los cuchillos de la mazorca? ¿Piensa simpre llamar venal, corrompido, servil al escritor o al orador que por desgracia no vea las cosas como las ve el antiguo combatiente contra Rosas? No teniendo don de infalibilidad, es creíble que encuentre a menudo, preopinantes de honor y de capacidad: ¿pensará siempre sacarlos a la vergüenza pública, ponerlos en la picota, flagelarlos por la espalda, según las leyes de Felipe II y de la Inquisición, por el crimen de tener una opinión diferente?
"...En las edades y países de caudillaje, hay caudillos en todos los terrenos. Los tiene la prensa lo mismo que la política. La tiranía, es decir, la violencia está en todos, porque en todos falta el hábito de someterse a la regla..."
"...La prensa como elemento y poder político, engendra aspiraciones lo mismo que la espada; pero en nuestras poblaciones incultas, automáticas y destituidas de desarrollo intelectual, la prensa que todo lo prepara nada realiza en provecho de sus hombre... Este carácter de la prensa SUDAMERICANA es digno de particular estudio en la época que se abre, de reacción del espíritu culto de la Europa contra el espíritu campesino, contra los hábitos de aldea, que prevalecen en todos los elementos de la sociedad naciente de Sudamérica, sin excluir la prensa, la tribuna, ni las ciudades..."
"...Tenemos la costumbre de mirar la prensa como terreno primitivo de la libertad y a menudo es refugio de las mayores tiranías, campo de indisciplina, de violencia de asaltos vandálicos contra todas las leyes del deber. La prensa como espejo que refleja la sociedad de que es expresión, presenta todos los defectos políticos de sus hombres..."
"...Un ejército supone agotada la misión de la palabra..." "...con diez años de publicaciones nunca pudo Ud. precipitar una contra Rosas, y en los últimos meses con 500 páginas no ha conseguido Ud quitr una sola al general Urquiza..."
💬 Estos últimos párrafos en boca (pluma) de Alberdi se advierte una confesión de su reconocimiento a Urquiza por su valía en la derrota del tirano Rosas y, contra Sarmiento, por su acusación impiadosa a Urquiza luego de cumplida su misión. Ahora, si uno lee entre líneas, reconociendo que Alberdi no fue hombre de guerra, en este pasaje claramente admite, no obstante, que a veces la palabra se agota y para desplazar al tirano (diría yo, de turno) siempre es conveniente tener un Urquiza a la mano.
"De estos datos, y de muchos otros, que iba recolectando... yo empecé a ver confirmados los recelos que traía desde Chile, y resuelto a seguir el plan de vida que he seguido siempre, que consiste en conservar ilesa la dignidad de hombre, como la única arma que puede oponerse al despotismo personal..."
💬Claramente, en esta segunda carta de Alberdi se dirige a Sarmiento como un egocéntrico, orgulloso y déspota sin la suficiente preparación y lejos de ser un estadista.
💬 Ahora, refiriéndose Alberdi al asesinato de Dorrego, vierte una explicación antropológica al reflexionar sobre el ataque a la "Maldad" encarnado en las cosas o en el hombre sobre la base de los escritos de Sarmiento. Veamos el siguiente pasaje en la tercera carta.
...Los que así aniquilaron una autoridad que les disgustaba, con el fin de establecer la verdadera autoridad, ignoraban las verdades contenidas en la siguiente página del señor Sarmiento: - "Cuando el mal existe es porque está en las cosas y allí solamente ha de ir a buscársele: si un hombre lo representa , haciendo desaparecer la personificación, se le renueva. César renación más temible que Octavio". [...] Lavalle no sabía por entonces que matando el cuerpo no se mata el alma y que los personajes políticos traen su carácter y su existencia del fonde de las ideas, intereses y fines del partido que representan"...
El republicano (periódico pipiolo) decía el otro día -en 1845- que la autoridad no es más que un convenio entre gobernantes y gobernados.
Donde hay deliberación y voluntad, no hay autoridad.
Resaltó Alberdi, otra reflexión de Sarmiento haciéndole saber que lo que dijo lo había abandonado luego de l caída de Rosas. Veamos: "...La política que convendría en el porvenir, la de moderación, que educa, y no la exaltada que suprime. "Ni creo imposible, decía Ud., que a la caída de Rosas se suceda inmediatamente el orden.
💬 Y aquí lo que le reprocha Alberdi a Sarmiento:
Caído Rosas y llegada la oportunidad de fundar la autoridad, de crear el gobierno regular de la República ¿Qué ha hecho Ud. - olvidar sus máximas de 1845, para ir más lejos en atraso político que los unitarios en 1829, condenados por Ud. en ese tiempo.
Era el motivo de Urquiza el motivo de esa resistencia ilógica o inconsecuente.
¿Cree Ud. - sigue interpelando Alberdi a Sarmiento- que los soldados que nos dieron la independencia americana, eran personalmente más morales, más sobrios, más buenos que los reverendos padres jesuitas, que hubieran eternizado nuestra sujeción a la España si no se van? Su ejemplo nos enseña que no basta saber las matemáticas y el griego para ser soldado de la libertad, ni basta ignorar esas cosas para serlo del atraso.
Ud. pone en los campos la edad media y el antiguo régimen español, y en las ciudades el siglo XIX y el moderno régimen.
La vista nos enseña que no es así
💬 En la Cuarta Carta, Alberdi nos dice algo que debieran leer y releer toda la clase política del S. XXI
"Rara vez o nunca hablo de mí . Tengo por ridículo el "yo", como dice Pascal. El yo es odioso, ha dicho Labruyere, y permítame agregar que el yo es culpable. Cuando la agonía impone a sus hijos el deber de olvidarse de sí, para pensar en ella.
El hablar siempre de sí parece necesidad emanada del sentimiento de una reprobación universal. Tengo la vanidad de creer que no necesito vivir vindicándome.
Robespierre y Marat hablaban constantemente de sí mismos. ¡Tenían razón, lo necesitaban; debía hablarse mal de ellos!
¿Y sabe Ud. por qué hablo hoy de mí? por la necesidad de defender las doctrinas orgánicas que Ud. ha podido dañar con su anhelo de desconsiderar la persona de su autor. Después de su odio y de sus ataques al que ha volteado a Rosas, no podía sorprenderme su prevención contra el autor de las Bases de la organización para la República Argentina. Sus insultos a mi persona, son la bibliografía que le debe mi libro y el apoyo a su doctrina. No lo ha mencionado sino para decir que era hijo de sus escritos. Ahora le haré ver que Ud. padece de equivación cronológica.
He pasado en suelo extrajero lo mejor de mis años; y este antecedente no me libra de que Ud. vea en el interés de empleos toda mi moral política. Traduciendo mi celo como simple interés egoísta, ¿No teme Ud. que su afán de hablar de patria sea interpretado del mismo modo? ¿O tiene Ud. un sexto sentido aparte para la República con tro amor que el de sus compatriotas?
💬Seguidamente, Alberdi, le responde a Sarmiento las críticas que este último le hace en torno a los empleos públicos y los supuestos beneficios que saca de ellos. Y dice:
¿Qué me haría anhelar ese empleo en que ud ve el móvil de mis escritos? ¿El rango? yo creo que es mayor el de un abogado de una república en paz, que el de un ministro de una república anárquica. ¿L luz? ¿cree Ud. que la diplomacia la dé a la ciencia? ¿El sueldo? aceptando ese empleo tendríaa que disminuir mis comodidades y mis entradas, Ud. lo sabe. Tengo medios de servir a la patria menos sujeto a la calumnia, y miras muy serias en mis escritos para dar a la calumnia un pretexto de mancharlos.
En su Campaña y en los periódicos de Buenoss Aires, me compara Ud. a Girardin, con el fin, sin duda, de acreditar la doctrina de mis Bases. Yo soy abogado de profesión, Girardin es impresor y gacetero de oficio. Comparar un abogado con un periodista, es poco espiritual.
Yo no debo ni he debido mi pan cotidiano a la prensa o a la política; él vive de la prensa y de la política. Yo paso mis días contraído a la lucha del foro; Girardin pasa su vida en ligas y peleas con ministros.
Yo visito la prensa por accidente y regalo mis manuscritos a los editores; Girardin se titular La Presse, como otro se ha dicho "la prensa de Chile por muchos años", y vende sus renglones al público.
Girardin tiene adoración de sí mismo, y el yo no se le cae de la pluma: es muy raro que yo hable de mí mismo.
Yo soy conservador aquí y conservador allá - allá en acción, aquí por simpatía -; Girardin recorre en un año los bandos contrarios, y tan pronto es rojo como conservador, siendo a veces lo uno y lo otro a un tiempo.
Girardin ayuda a subir a Napoleón, y luego que está arriba lo combate; yo apoyé a Urquiza cuando se levantaba contra Rosas, pero no lo ataco por haber dado en tierra con ese tirano.
Ahora pregunto ¿soy yo el que se parece a Emilio Girardin?
...Al que no grita frenético, al que raciocina, lo supone Ud. insensible. No trafico yo con el calor, es cierto, no vendo entusiasmo. Nunca he créido que los poetas que fabrican versos ardientes, sean más capaces de afección que el resto de los hombres. El calor no es el patriotismo, ni la sinceridad. Cuando no viene de estrechez de espíritu, es signo evidengte de mala fe. Es el resorte de los seductores del pueblo. Apasionar cuestiones que necesitan de la reflexión tranquila, es crueldad imperdonable; es vendar los ojos del pueblo para que no vea el camino por donde debe ir ... El corruptor que ve una ramera en la esposa que sujeta su conducta a la razón, ve un pueblo corrompido y servil en el pueblo que modera sus deseos y se somete a la necesidad.
Esos embriagadores de oficio, perderían los EE.UU si a la calma que preside los negocios de ese país, pudiesen ellos sustituir la pasión cfon que enardecen y ciegan a nuestros noveles pueblos. ¿Quién no conoce el arte de inflamar? Basta no tener corazón para ejercerlo ... La sensibilidad no resolverá el problema de nuestro atraso. El entusiasmo nos llevará a la muerte, nos dará la vanagloria, laureles fraticidas y odiosos, pero no nos sacará del desierto y de la barbarie.
El amor a la patria de nuestros demagogos, es como el de esos seductores que hacen madres a la niñas honestas: sincero como sensación, pero desastroso para el objeto amado.
seguirá ...